Sobre la adquisición de hábitos que conducen al éxito
Segunda Parte
Venimos de una entrega anterior en la que planteábamos algunas frases que las personas de éxito han dejado de lado a la hora de hablar o pensar su desempeño tanto personal como laboral. Ahora vamos a internarnos en ciertos hábitos y características que cuando se ponen en juego siempre llevan al éxito.
Cabe destacar que pensamos el éxito como una simple idea: “en todo lo que hagas, siempre ganas o aprendes, o ambas en el mejor de los casos”. Ahora sí, sentadas ya las bases del trabajo, vamos a dar nuestros primeros pasos hacia el éxito.
11 Hábitos que tienen las personas exitosas
En primer lugar vamos a mencionar algunos hábitos que tienen las personas exitosas. Son costumbres que si nos lo proponemos, podemos poner en práctica poco a poco. Recordemos que también habíamos planteado algunas competencias que las personas de éxito suelen desarrollar y en esa ocasión ya habíamos mencionado que pueden adquirirse mediante la práctica. Lo mismo sucede con estos hábitos, si bien es posible que se trate de costumbres ajenas a nosotros, es bueno saber que podemos aprenderlas y adoptarlas… así que manos a la obra:
1º Orden.
Las personas organizadas ponen en orden las diferentes facetas de su vida. Su casa, su oficina, su agenda, su estudio. Su espacio. Esto optimiza el tiempo y el rendimiento en el trabajo, proporcionando mayor eficiencia. Saben donde están las cosas que necesitan, y suelen tener todo dispuesto para la tarea a realizar.
2º. Escucha
Escuchar a los demás, permite conocer sus necesidades, y esto habilita el encuentro de una solución. También a través de la escucha, pueden obtenerse soluciones a las diferentes problemáticas que la tarea pueda presentar. Si bien ser hábil en la resolución de problemas es una competencia indispensable para ser exitoso, saber reconocer en el otro esa habilidad y aprovecharla, es también un camino hacia el éxito.
3º. Evitar la procrastinación
Procrastinar conduce al fracaso, dilatar la toma de decisiones, o la realización de tareas, muchas veces acarrea la pérdida de la oportunidad. Si tenemos la idea, analicemos la factibilidad, los medios y pongámosla en marcha. Sin demoras, con frecuencia no vamos a tener de nuevo la oportunidad de hacerlo.
4º. Buenos modales.
Mantener un trato elegante con todas las personas, independientemente de su cargo, o estatus social, suele abrir muchas puertas y oportunidades. La idea no es “caerle bien a todo el mundo” sino tratar con amabilidad y respeto a todas las personas por igual. Los buenos modales suelen ser característicos de personas exitosas, ser tratado con gentileza y buena educación hace que uno no olvide ese tipo de gestos.
5º. Elogios.
No se trata aquí de una adulación obsecuente, por el contrario, es un reconocimiento al otro. Un reconocimiento sincero, que puede hacerse en privado, o bien a nivel público, genera en el otro no solo la satisfacción, sino también el compromiso con la superación personal. Por esto, saber reconocer en el compañero, en el superior, en la empresa, una buena decisión, un buen trabajo, o el cierre de un buen negocio, es un paso más para llegar al éxito.
6º. Decir Sí o No, cuando corresponda
Habitualmente suelen aceptar nuevos desafíos, tomar todas las oportunidades que se les presenten, y embarcarse en proyectos ambiciosos. No obstante, también pueden decir que NO a ciertas propuestas que no van en la línea de su pensamiento o de su trabajo. En estos casos, son tajantes, el “no” es firme y contundente. Hay cosas con las que no negocian: la pérdida de tiempo, o las distracciones innecesarias, por ejemplo.
7º. Pensamiento positivo.
Tener un pensamiento positivo sirve de guía y apoyo a la vez. Guía la toma de decisiones, y las elecciones que se hacen, y también sostiene en esos momentos en que todo parece salir mal. El pensamiento positivo impulsa a alcanzar los objetivos propuestos. Siempre partiendo de la seguridad en sí mismo y en las potencialidades que uno posee. Siempre hay que estar motivados, incluso cuando nos toca evaluar fallos y recalcular estrategias.
8º. Leer.
La lectura es un ejercicio para la mente, y un estímulo para el ánimo. Cuando decimos “leer” nos referimos a la lectura en general, es decir, no sólo materiales académicos, sino de todo tipo. Tener un nivel cultural alto, permite conocer tendencias en diversas áreas, ya sea laboral, social, popular, artística, económica, etc. El éxito de una empresa radica en estar correctamente contextualizada y enfocada en las tendencias del momento.
9º. Madrugar.
“Al que madruga Dios lo ayuda”, decían por ahí, lo cierto es que madrugar permite anticiparse, la mente funciona mucho mejor en las primeras horas del día, luego de un buen descanso.
10º. Sin excusas
Con frecuencia, ante los errores, se tiende a esgrimir excusas. Esto es porque no se es capaz de asumir un error. Para lograr el éxito debemos hacer todo lo contrario, reconocer la falla y aprender de ella, para no volver a repetirlo. Si nos equivocamos, aceptamos, analizamos el fallo y nos esforzamos más la próxima vez
11º. Consejos
Las personas exitosas saben hasta dónde pueden llegar, y conocen sus limitaciones, el asunto es que están dispuestos a superarse. Por eso, en esas áreas que no dominan suele pedir consejos, asesoramiento, sugerencias. Y saben muy bien a quién pedirlos. Saber cuándo pedir ayuda y saber a quién pedirla, es uno de los pasos hacia el éxito.

7 rasgos que identifican a las personas exitosas
Ahora vamos a conocer algunas características que tienen las personas exitosas. A veces no resulta tan sencillo entrenarse en estas capacidades. Es decir, que ser tenaz no es lo mismo que, por ejemplo, ser ordenado. Sin embargo, podemos con esfuerzo y dedicación convertirlas en hábitos que nos conduzcan al éxito.
1º. Resiliencia.
Es la capacidad de recuperarse luego de una caída y salir adelante sin perder el optimismo y la motivación. No es que no importa, simplemente es que o se es capaz de ver la luz al final del túnel, o bien se aprende de los errores.
2º. Resistencia, Persistencia e Insistencia
Resistir es hacer frente a aquellas situaciones y personas que nos sugieren abandonar. Persistir es no darse por vencidos, y seguir intentándolo una vez más y hacerlo mejor. Insistir es lo que nos va a permitir adquirir experticia. Pero por supuesto, todo esto no significa que debemos caer en la necedad de no saber reconocer un fracaso. Por eso, no hay que dejar de pensar críticamente y analizar las situaciones objetivamente.
3º. Buen humor.
Algunos piensan que la clave del éxito es saber cómo captar la atención y la buena disposición de las personas. Y quizás sea así. Porque resulta que rara vez uno puede aburrirse con una persona exitosa. Claro que esto no implica que no sean personas serias a la hora de desempeñar su tarea, sino que son capaces de amenizar un momento, cambiando incluso el humor de los presentes. Hay cosas que dichas con humor, son mucho mejor recibidas, y las personas de éxito lo saben muy bien.
4º. Riesgos
Tener que asumir riesgos muchas veces nos detiene. El miedo al fracaso, a las consecuencias, a lo que podría pasar. Y en estas cavilaciones perdemos oportunidades muy importantes. Para alcanzar el éxito, debemos afrontar los miedos y tomar riesgos, no sin antes hacer un análisis apropiado de las diferentes alternativas que puedan presentarse en el camino. Visualizar los posibles escenarios y diseñar estrategias para cada posibilidad. De esta manera sabremos a qué atenernos y no nos tomará por sorpresa. Estaremos listos para subsanar cualquier eventualidad.
5º. Tenacidad
Para poder resistir, persistir e insistir, sin duda debemos poseer cierto nivel de tenacidad, esa motivación que nos impuse a ir por más.
6º. Humildad.
Siempre planteamos que el éxito no es alcanzar el objetivo propuesto. El éxito es que ese logro pueda mantenerse, sostenerse en el tiempo. Que sea realmente significativo, para uno mismo y para los demás. Las personas exitosas saben esto y se esmeran por superarse permanentemente, no se conforman y no permiten que haber logrado algo les haga perder de vista todo lo que aún pueden lograr. Dejamos un cuento que quizás les resulte útil.
7º. Proyecto de vida.
Tener un proyecto de vida es lo que marca el camino. La respuesta a esa pregunta ¿Qué querés ser cuando seas grande? que nos hacían cuando éramos pequeños, es la que suele señalarnos el rumbo. Los adultos, con frecuencia recordamos esas respuestas que solíamos dar y al ver nuestra vida podemos encontrar que hemos seguido aquel camino, o bien que hemos tomado uno muy diferente. El punto es… saber hacia dónde queremos ir.
Para finalizar, vamos a sugerir que aún si está en último lugar, el proyecto de vida es el primer paso para iniciar el camino al éxito. Así que, lo primero que tenemos que hacer es plantear nuestro proyecto de vida. Hacia dónde queremos ir, dónde queremos llegar. Una vez establecido el objetivo, ponemos en práctica todo lo demás.
Éxitos!!
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