Sobre Padres e Hijos: Padres Permisivos
Los estilos de crianza son la forma en la que los padres se vinculan con sus hijos Diana Baumrind1 en un estudio que hizo con niños de entre 3 y 5 años postuló que hay tres estilos de crianza, que posteriormente se amplió a cuatro. En otro apartado hemos visto cómo es el modelo de crianza autoritario y aquí vamos conocer conocer de qué se trata el estilo parental permisivo.
En esta forma de crianza lo que se encuentra son padres que priorizan los intereses y deseos del niño, sin embargo, lo hacen interviniendo lo menos posible considerando que el niño ha de aprender por sí mismo, qué es lo que está bien y lo que está mal sin límite alguno.
Los padres permisivos no corrigen, no exigen, no controlan, no premian ni castigan, no hay guía. Encontramos altos grados de afecto, dedicación, como así también una adaptación a las necesidades del niño por parte de los padres que diluye de alguna manera la asimetría de la relación padre-hijo, puesto que, pareciera que son pares. Incluso con frecuencia, podría pensarse que es el niño quién tiene el control en esa familia, donde no hay normas. Estos padres, por lo general, no pueden o carecen de control sobre las conductas de sus hijos y son padres inseguros.
Este tipo de crianza suele presentar niños que poco pueden hacer para adaptarse socialmente, puesto que no reconocen figuras de autoridad, no pueden controlar su propia conducta y necesitan satisfacer sus necesidades en el momento. Pueden ser niños muy caprichosos, que suelen hacer berrinches para conseguir las cosas, y de hecho, las consiguen, porque los padres permisivos suelen ceder ante los caprichos del niño y todos sus requerimientos.
Por otro lado, puede llegar a provocar bajos logros escolares debido a que, como no hay exigencia por parte de los padres, el niño no reconoce figuras de autoridad; por lo tanto la escuela, resultaría ser también algo sin ningún tipo de exigencia ni responsabilidad. En este tipo de crianza los niños pueden ser mentirosos, desobedientes, inseguros, tienen algunos problemas de autoestima y suelen ser niños frustrados.
Es un modelo de crianza que apunta a la autorregulación del niño, el niño debería poder autorregular su comportamiento, debería poder aprender las cosas que debe aprender por sus propios medios, debería poder hacerlo a su tiempo y según sus deseos, sin embargo, Baumrind se pregunta si cuando el niño hace algo que no se debe hacer, algo que socialmente no es aceptado y el adulto, que está presente, mirándolo, no dice nada, no interfiere… ¿Qué pasa con ese niño?
En este modelo se tiende a pensar que el niño es libre de actuar sin temor a la intervención del adulto, que los niños van a autorregularse y van a darse cuenta de que las conductas que están desarrollando son socialmente inaceptables. Sin embargo, lo más probable es que la no intervención de los padres para el niño sea percibida como una aprobación de su comportamiento. De esta manera, esta conducta inaceptable socialmente, ante la no intervención del adulto, va a ser reproducida en un futuro porque para el niño sí es aceptada por sus adultos de referencia.
Para cerrar, y a modo de síntesis, podemos decir que el estilo permisivo, si bien es un estilo en el que hay mucho afecto ya que los padres son afectuosos, cariñosos: el borramiento de la asimetría padre-hijo instala la idea de que el adulto es como un niño: sin autoridad, sin reglas; y que el niño tiene cierto control y cierto poder. Ser únicamente cariñosos no es suficiente para educar a un niño.
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- Baumrind, D. (1966). Effects of Authoritative Parental Control on Child Behavior. Child Development, 37(4), 887-907. https://arowe.pbworks.com/f/baumrind_1966_parenting.pdf