Sobre las Conductas Sexuales Problemáticas en los niños y adolescentes

<strong>Sobre las Conductas Sexuales Problemáticas en los niños y adolescentes</strong>

Sobre las Conductas Sexuales Problemáticas en los niños y adolescentes

Hace pocos días se dio a conocer un caso de un niño que en un viaje de egresados, mientras dormía, fue víctima de dos compañeros uno de los cuales estaba intentando introducirle su pene en la boca y el otro estaba grabando la acción con su celular. Esto sucedió en un grupo de niños de 12 años.

Seguramente, los padres de los involucrados, los que nos hicimos eco de esta información y otras personas que quizás no sean padres, ni sean docentes, tengamos todos  las mismas sensaciones de incertidumbre, de sorpresa, de espanto. Porque ¿qué lleva a un niño de 12 años hacer algo como esto?

Si se tratara de adultos, estaríamos de acuerdo que estamos frente a una situación de abuso sexual. No obstante, cuando los involucrados son menores de edad, es decir, niños y adolescentes, no hablamos de abuso, sino de Conductas Sexuales Problemáticas.

Ahora bien, ¿qué entendemos por conductas sexuales problemáticas? Estas conductas son aquellos comportamientos, de índole sexual, que no tienen que ver o no son esperables en la etapa de desarrollo que el niño atraviesa. Son conductas que pueden llegar a dar indicios de abuso en los niños. Por ejemplo: una niña o niño pequeño que hable de asuntos de índole sexual que no son acordes a la edad que tiene; esto implicaría un signo de alerta para los padres y docentes puesto que este niño o niña pudo haber sido expuesto de alguna u otra manera a una situación de abuso. En la situación que expusimos al principio se trata de niños de 12 años que incurren en una conducta no esperable para la edad que tienen, por eso hablamos de conductas sexuales problemáticas.

Puede parecer indignante que hablemos de conductas sexuales problemáticas en lugar de decir que se trata de un abusador. Sin embargo, decir que un “niño es un abusador” hace referencia a la identidad del niño y es una etiqueta que difícilmente pueda removerse con el tiempo, ni con el tratamiento: el niño abusador será un niño abusador. Y este mote dejará huella en su psiquis de por vida. Por otro lado, cuando hablamos de conductas sexuales problemáticas estamos hablando de alguien que, en determinado momento, ha tenido o ha incurrido en comportamientos no adecuados, es decir, no hay una connotación identitaria en este término. Habilitando la idea de que es algo momentáneo, que tiene un principio y un final, y que no necesariamente pasado este final las conductas vayan a repetirse. Con lo cual, pese a lo laxo que pueda parecer como concepto, es un término superador a la hora de mencionar este tipo de situaciones.

Este tipo de conductas inapropiadas puede llegar a darse de maneras autocentradas o bien interpersonales. Por ejemplo: un niño o una niña que tienen conductas de masturbación exacerbada, presentaría conductas sexuales problemáticas autocentradas. En el caso que comentamos al principio estamos hablando de conductas sexuales problemáticas interpersonales.

No podemos perder de vista que, permanentemente, somos llamados a estar alerta, atentos a observar, para poder detectar este tipo de conductas en nuestros chicos; ya sean nuestros alumnos, nuestros hijos, sobrinos, vecinos. Para ello es imperativo estar informados, puesto que los niños dan señales. Hay signos que evidencian la potencialidad de este tipo de conductas problemáticas antes que sucedan y es importante que como adultos cumplamos nuestro rol con idoneidad y compromiso.  A tal efecto, ponemos al alcance de los lectores una guía muy interesante sobre estas conductas, para saber cómo se presentan, cómo detectarlas, conocer algunos casos como ejemplo, y también se mencionan algunas posibles causas. Cabe aclarar que, desde el paradigma de la complejidad, pensamos que este tipo de conductas por lo general tienen una dimensión multicausal. 

Como siempre decimos, no siempre estamos preparados para tratar este tipo de problemáticas, pero en este caso cuando surgen, cuando detectamos este tipo de conductas, sí o sí necesitamos la asistencia de un profesional.  Tanto padres, como docentes, al detectar este tipo de comportamientos en los chicos, debemos hacer intervenir a los organismos especializados cuanto antes. Un niño que ha sido víctima de un trauma infantil puede incurrir en conductas sexuales problemáticas que si son detectadas a tiempo y se le proporciona la atención adecuada, pueden ser erradicadas y el niño vivir una vida absolutamente normal. Asimismo, quién ha sido víctima de este tipo de conductas, con la atención adecuada, también puede lograr superarlo y tener una calidad de vida mucho mejor.

Asumamos el compromiso de cuidar de nuestros niños y adolescentes con responsabilidad y dedicación.

Guía de Manejo de Conductas Sexuales Problemáticas

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Benicio
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