Sobre la sobrecarga de tareas

Sobre la sobrecarga de tareas

Sobre la sobrecarga de tareas

Demasiados Senderos  1

“Un vecino de Yang Zi, que había perdido una oveja, mandó a todos sus hombres a buscarla y le pidió al sirviente de Yang Zi que se uniera a ellos.

– ¡Qué! – exclamó Yang Zi – ¿Necesita Ud. a todos estos hombres para encontrar una oveja?

– Son muchos los senderos que puede haber seguido – explicó el vecino. Cuando regresaron, Yang Zi preguntó al vecino:

– Bueno, ¿encontraron la oveja? – Este contestó que no. Entonces Yang Zi preguntó por qué habían fracasado.

– Hay demasiados senderos – respondió el vecino –. Un sendero conduce a otro, y no supimos cuál tomar; así es que regresamos.

Yang Zi se quedó hondamente pensativo. Permaneció silencioso largo tiempo y no sonrió en todo el día. Sus discípulos estaban sorprendidos.

– Una oveja es una nadería – dijeron –, y ésta no era ni siquiera suya. ¿Por qué tiene Ud. que dejar de hablar y sonreír? – Yang Zi no respondió, y sus discípulos se llenaron de perplejidad. Uno de ellos, Mengsun Yang, fue a contarle a Xindu Zi lo que ocurría.

– Cuando hay demasiados senderos – dijo Xindu Zi –, un hombre no puede encontrar su oveja. Cuando un estudiante se dedica a demasiadas cosas, malgasta su tiempo y pierde su ruta. Usted es discípulo de Yang Zi y aprende de él; sin embargo, parece que no ha llegado a comprenderle nada. ¡Qué lástima!

Lie Zi”

Esta es una fábula china que nos invita a pensar en la dificultad que presenta la modalidad “multitasking”. Hoy en día, niños o personas en general “multitasking” son aquellos que hacen varias cosas a la vez ligadas a la tecnología, por ejemplo, tareas escolares, seguir las redes sociales, escuchar música y ver la tele. O bien, conducir, escuchar música y hablar por teléfono. 

En todo caso, es bueno recordar que nuestro cerebro no está preparado para prestar atención a dos cosas a la vez. Es cierto que tenemos dos ojos, pero ambos se combinan para ver lo mismo. Tenemos dos oídos pero ambos escuchan lo mismo. El cerebro procesa la información en forma conjunta. No puede prestar atención a lo que escribimos y lo que escuchamos a la vez, o escribimos o escuchamos. 

Al hacer diversas cosas en forma simultánea, el cerebro, que no puede prestar atención a todas las cosas que hacemos a la vez, va moviendo la atención de una tarea a la otra en  milésimas de segundos. De la música que suena, a la tarea que se escribe. De la llamada en la que estamos, al camino en que conducimos el auto. Esta alternancia permanente y disruptiva, provoca altos niveles de agotamiento y estrés. Además, al hacer dos cosas a la vez, muchas veces alguna de esas cosas no alcanzará un buen nivel, ya que la atención reducida implica una baja en el rendimiento.

Si bien es notorio que los tiempos actuales exigen más y más horas de tiempo para el trabajo, la casa, los hijos, las redes sociales, los padres, amigos… El día solo tiene 24 horas, de las cuales 7 u 8 deberían dedicarse a descansar. Pareciera imposible poder realizar todas las tareas, a menos que hagamos varias a la vez. Así las cosas, llamamos a esa persona mientras manejamos el auto. Mientras almorzamos terminamos el trabajo que nos quedó pendiente. Estamos en la pc con 10 ventanas abiertas: el zoom de la empresa, el banco, el correo, el facebook… y todo, todo a la vez.

Si bien es cierto que actividades como lavar el auto y escuchar música es algo que solemos hacer, tareas ligadas al intelecto demandan un esfuerzo cognitivo mucho más alto y por ejemplo cantar y escribir a la vez, es algo que difícilmente podríamos hacer sin que una de las dos cosas resulte afectada, y no sería raro que cantemos lo que escribimos o escribamos lo que cantamos.

Por otro lado, hacer varias cosas a la vez, con el tiempo, afecta la memoria y la concentración. Por lo tanto este tipo de hábitos ”multitarea”, puede provocar también déficit de atención y un abanico de intereses irrelevantes que sólo incurren en una pérdida de tiempo y energía, bajo rendimiento, tareas inconclusas o deficientes, altos niveles de estrés, agotamiento físico y mental.

Es importante resaltar que no se trata de no hacer muchas cosas, o no cumplir con todas las tareas que nos puedan tocar a diario. Se trata de reducir el número de intereses y aprender a organizarnos, por ejemplo, disponer de un plan de acción que nos permita enfocar la energía y la atención en una tarea a la vez, dando lo mejor de uno en cada actividad. Este tipo de funcionamiento estimula la concentración y el rendimiento será mucho más alto. Ya sea en el plano laboral o académico, también es importante alternar espacios de tiempo de concentración y descanso. Esto también va a significar una mejora en nuestra performance.

Por último, aunque no menos relevante, muchos padres, a sabiendas de lo contraproducente que puede llegar a ser la exposición prolongada a este tipo de actividades múltiples, encuentran alternativas a la tecnología y, para mantener a los niños alejados de celulares, tablets, pc, playstation, etc., los anotan en: fútbol, danza, inglés, violín, piano y etc. otra vez. Lo cierto es que los niños necesitan su tiempo de esparcimiento, tiempo de jugar, de divertirse, de hacer eso que les gusta, y cómo les gusta. 

Si bien los hábitos multitarea son nocivos para el desarrollo de los niños, la sobrecarga de tareas extra escolares también suelen acarrear problemáticas de agotamiento y estrés en los niños. No podemos olvidar que los niños necesitan tiempo para ser niños.

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Benicio
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