Sobre la prueba de amor 

Sobre la prueba de amor 

Sobre la prueba de amor 

Si bien las cosas hoy en día son muy distintas de lo que fueron hace treinta años, los que pasamos de los cuarenta hemos oído hablar de “la prueba de amor”. Por lo general era algo que solía aparecer en noviazgos extensos justo antes de dar el gran paso al matrimonio, o bien, para asegurar la continuidad del noviazgo mismo. 

Si bien se refería más que nada a la relación sexual, podía ser también de otra índole, por ejemplo, mudarse juntos, el casamiento legal, algún tipo de relación sexual en particular, etc. La prueba de amor, era en sí, hacer algo que “pruebe” el amor del uno por el otro.

Si tomamos en cuenta que el amor es un sentimiento que nos impulsa permanentemente a buscar el bien de la persona amada, y si nos vinculamos con el otro a partir del compromiso, la lealtad y la confianza mutua ¿qué prueba necesitamos para saber que somos amados? 

El amor no se prueba, no se pone a prueba, el amor se demuestra con cada gesto, con cada detalle en el día a día. La prueba de amor, no es más que un chantaje psicológico que suele llevarnos a hacer algo para lo que no estamos preparados o que no deseamos hacer. Y es hora que aceptemos que nadie que realmente nos ame, nos pediría algo así.

Hoy los tiempos han cambiado, y “las pruebas de amor” que circulan entre nuestros jóvenes son de otra índole, pero no dejan de ser meros chantajes que nunca terminan bien. Circula en redes sociales el tristemente típicomandame packhaciendo referencia a una serie de fotos íntimas, o bien filmarse íntimamente en vídeos, que suelen considerarse probatorios del amor y la confianza en la pareja. Sin embargo, no es extraño que este tipo de cosas a la larga terminen siendo algo humillante para muchos chicos y chicas que ante la primera diferencia resultan expuestos públicamente. 

Compartir la intimidad con alguien no necesariamente está ligado al amor, sin embargo, el respeto hacia el otro no puede faltar en este tipo de encuentros. Desde el amor o desde el deseo, desde el lugar en que se acceda a una relación íntima, es necesario que haya respeto. Puede haber diferentes intereses, pueden conversarse distintas posibilidades, pero siempre las partes intervinientes tienen que estar de acuerdo. Y es menester aclarar que el respeto por el otro no se termina con la relación. El reconocimiento del otro es algo que debe sostenerse en el tiempo, más allá del hecho de que esa persona esté a nuestro lado o no.

Entonces, si estamos en una relación en la que amamos y somos amados, no es necesario probar nada, el amor está y se manifiesta de diferentes maneras. Cuando se necesita una prueba es porque no hay amor… y entonces ¿qué caso tiene?. Por otro lado, si estamos en una relación en la que nos mueve el deseo y la pasión, sin amor, no necesitamos probar algo que no hay. Pero el respeto es fundamental y no podemos permitir que no esté presente.

Apelar al amor como excusa para exigir algo que nos pone más allá de nuestros límites, es violencia psicológica. Es sumamente importante ser capaces de detectar este tipo de actitudes para poder ponerles un alto, antes que sean nocivas para nosotros. Como adultos, es necesario que estemos atentos a nuestros hijos ya que están permanentemente expuestos a este tipo de chantajes, y muchas veces  puede llegar a ser fatal.




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Benicio
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