Sobre la Ansiedad

Sobre la Ansiedad

Sobre la Ansiedad

En los últimos años como consecuencia de la pandemia y todo lo que esto trajo como por ejemplo: el enfermar, la cercanía con la muerte, el aislamiento, el miedo a salir, el miedo a estar en contacto con otras personas, etc. Sumado al tema de la guerra y por supuesto con todas las situaciones económicas que se están viviendo a nivel mundial, los casos de ansiedad se han multiplicado exponencialmente.

¿Qué es la ansiedad?

Pero ¿qué es la ansiedad? ¿Cómo nos damos cuenta si tenemos ansiedad, o si estamos padeciendo un trastorno de ansiedad? Pues bien, la ansiedad puede definirse como 

un sistema complejo de respuesta conductual, fisiológica, afectiva y cognitiva (es decir a modo de amenaza) que se activa al anticipar sucesos o circunstancias que se juzgan como muy aversivas porque se perciben cómo acontecimientos imprevisibles, incontrolables que potencialmente podrían amenazar los intereses vitales de un individuo1

Es decir que estamos ansiosos, cuando anticipamos que algo malo puede suceder. Entre las formas en que se manifiesta la ansiedad podemos encontrar síntomas de cuatro clases diferentes: fisiológicos, como por ejemplo: el aumento del ritmo cardíaco, palpitaciones, dolor o presión en el pecho, escalofríos, temblores. También tenemos los síntomas cognitivos, como por ejemplo: el miedo a perder el control, miedo a morir, miedo a caer en la locura, confusión, distracción, escasa concentración. Están también los síntomas conductuales, entre los que podemos encontrar por ejemplo: la huida. evitación de señales o situaciones amenazadoras o que se viven como amenazadoras, y finalmente están los síntomas afectivos entre los cuales podemos encontrar: el estar asustado, atemorizado, inseguro, inquieto, impaciente, frustrado.

¿Qué dispara la ansiedad?

En cuanto a los estímulos que disparan los síntomas, puede ser de la más amplia variedad. No obstante, respecto a la forma en que se produce el cuadro sintomático, se puede hablar de cinco elementos, los cuales no siempre se presentan de manera conjunta, pero es posible que alguno de ellos esté presente: 

  • cognición disfuncional, esto es cuando el miedo surge a partir de una valoración equivocada de la realidad, se trata de un miedo incoherente con lo que se está viviendo en la realidad. 
  • Deterioro del funcionamiento, esto es lo que sucede cuando nos quedamos paralizados ante algo que realmente nos asusta. 
  • Persistencia, este se refiere a que cuando alguien padece ansiedad la sola idea de la amenaza aumenta la sensación ansiosa aún si no existe el peligro, aún si no se coteja con la realidad que haya un peligro real. 
  • Falsas alarmas, son esos episodios en que el miedo se presenta aún cuando no existe el agente o el estímulo amenazante. 
  • Hipersensibilidad al estímulo, es cuando los agentes amenazadores no tienen una intensidad muy alta pero sin embargo, son percibidos como intensos para la persona que padece ansiedad.

Por lo escrito hasta ahora podemos pensar que la ansiedad es todo un conjunto de síntomas que surgen a partir de un estímulo que se piensa como amenazador. Como amenazante, más allá de que realmente sea amenazante, más allá de que el estímulo sea real o no. Esa percepción es lo que desencadena toda la crisis de ansiedad. Es ante ese estímulo que se activa todo el aparato sintomatológico. Y de pronto algo tan sencillo como atravesar el umbral de la puerta se vuelve de alguna manera imposible.

Enfoque cognitivo para la ansiedad

En la terapia cognitiva a los pacientes de ansiedad se les enseña que la forma en la que ellos piensan es cómo ellos van a sentir. Por eso no es en realidad la situación lo que va a generar la ansiedad, sino la forma en la que la persona percibe o interpreta esa situación. Por esta razón cuando se aborda el tratamiento de la ansiedad se trabaja sobre estas ideaciones. Sobre las valoraciones que el individuo hace respecto de la amenaza, sobre la exageración al valorar el estímulo. 

Es decir que la terapia se apoya en la modificación de la evaluación que la persona hace respecto de las amenazas, así como también respecto de sí misma y de su vulnerabilidad, así como en el fortalecimiento de la tolerancia al riesgo.

Los síntomas de ansiedad son síntomas que pueden ser leves moderados o intensos, graves. Nosotros podemos experimentarlos en un episodio de ansiedad, sin que llegue a ser un trastorno de ansiedad generalizada. Por ejemplo: ante un examen, ante un viaje, ante un análisis clínico, siempre podemos llegar a tener estos síntomas de ansiedad que corresponden a una una situación puntual. No obstante si estos síntomas son cada vez más poderosos, cada vez más inhibidores, si estos síntomas son cada vez más frecuentes, lo más recomendable es consultar con un profesional. Porque como se dijo antes, hay terapias para poder sobrellevar la ansiedad, poder controlarla, poder disminuirla, y obtener una calidad de vida mucho mejor.

Fuentes

Clark, D. A., & Beck, A. T. (2010/2012). Terapia cognitiva para trastornos de ansiedad: Ciencia y práctica. Desclée de Brouwer. 

Terapia cognitiva para trastornos de ansiedad – Aaron Beck

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