Sobre la Desregulación Emocional
Seguramente a alguien le habrá pasado que estando preocupado, triste o enojado, concentrarse en el trabajo, o el estudio o en lo que se esté haciendo, así sea ver una película, se vuelve casi imposible. Esto sucede porque, en definitiva, las emociones condicionan nuestras conductas. De esta manera, se vuelve imprescindible el poseer un buen manejo de las emociones, a efectos de mantener una buena calidad de vida social, laboral, personal.
Comencemos por retomar qué es una emoción, algo que ya habíamos conversado antes. Hay muchas definiciones de emoción dando vueltas, pero una que resulta más aceptada es la de Hockenbury y Hockenbury:
«Una emoción es un estado psicológico complejo que implica tres componentes distintos: una experiencia subjetiva, una respuesta fisiológica, y una respuesta conductual o expresiva».(2007)
Vamos por partes:
- con experiencia subjetiva, se refiere a algo que uno vive, por ejemplo una entrevista de trabajo.
- La respuesta fisiológica es lo que pasa en el cuerpo, palpitaciones, manos húmedas, etc.
- La respuesta conductual es la forma en que se manifiesta esa emoción, quizás tartamudeo, incapacidad de hablar, frotamiento de las manos, etc.
Las emociones son todas aquellas cosas que sentimos: miedo, ira, felicidad, tristeza, etc. Podemos gestionar correctamente nuestras emociones cuando nos permitimos sentirlas, las comprendemos y, fundamentalmente, cuando somos capaces de expresarlas de manera adecuada, sin permitir que éstas nos dominen a nosotros, manteniéndolas dentro de los límites adaptativos.
El control de las emociones comienza desde los primeros tiempos de vida, y está compuesto por dos elementos: el temperamento del niño y el entorno. Las respuestas que el adulto cuidador brinde a las expresiones del bebé, serán determinantes en el desarrollo de la inteligencia emocional del niño.
Ahora pensemos, si nosotros, adultos, maduros, que venimos lidiando con nuestras emociones a lo largo de nuestras vidas, aún tenemos problemas con la forma en que las expresamos; mucho más complejo es el tema en el caso de los niños y los adolescentes.
¿Qué es la desregulación emocional?
Existen numerosos casos de niños y adolescentes con conductas disruptivas, problemáticas en sus vínculos sociales, e incluso episodios de violencia. Muchos de estos casos, se tratan de niños con serios problemas para manejar sus emociones. A estas dificultades en el control emocional se le conoce como Desregulación emocional.
Aunque no solo se trata de la falta o dificultad de control emocional, sino también de las conductas. En los niños, suele notarse en berrinches frecuentes e intensos de los que cuesta mucho salir y calmarse. También suele estar asociado con bajos niveles de autoestima, por lo que hay una escasa tolerancia a la frustración y una evitación de emociones negativas. Al no poder regularse la conducta, suele haber también impulsividad, conductas de tipo desadaptativas.
La desregulación emocional, en niños y en adultos presenta problemáticas muy grandes a la hora de los vínculos interpersonales. Las personas que no logran regular adecuadamente sus emociones, suelen establecer relaciones muy poco sanas.
Trabajar la desregulación emocional: el semáforo de las emociones
Desde jardín de niños suele trabajarse en la educación para el control emocional, por ejemplo con el semáforo de las emociones: que se conoce también como “Paro-Pienso-Actúo”.
Esta técnica ayuda a los pequeños a expresar lo que sienten abiertamente. Si bien hay diversas formas de aplicar esta técnica, suele aprovecharse el momento de intercambio.
Al iniciar la jornada educativa, luego de la formación los niños van al aula. El momento de intercambio es el momento en el que la maestra se sienta con los niños en el suelo y conversan sobre cómo están, y qué han hecho.
Algunas docentes, principalmente aquellas que conocen el grupo con el que trabajan y lo consideran oportuno, tienen sus semáforos, y los niños uno a uno tocan el color (carita) que indique cómo se sienten. Momento en el que el o la docente pregunta algo así como “¿Y por qué te sientes contento?”.
Esta pregunta enfoca la respuesta en la identificación de lo que causa la emoción. Si el niño se siente triste o enojado, podrá decir por qué se siente así.

Esta identificación de la vivencia (experiencia subjetiva) es fundamental para el desarrollo de una gestión adecuada de las emociones, otras técnicas como la regulación del pensamiento se apoyan en este tipo de proceso. Por otro lado, el dar lugar a la expresión de ese sentir es lo que habilita el diálogo y el encuentro de conductas apropiadas para solucionar la problemática.
Luego puede hacerse extensiva al grupo: “¿Alguien más se siente así cuando pasa esto?”, abriendo el juego e incluyendo la empatía, y el reconocimiento de las emociones del otro.
¿Por qué “Paro-Pienso-Actúo”? Esto surge también de otras técnicas de control o regulación emocional; por ejemplo:
- Paro podría asociarse a “Detención de pensamiento”, una técnica en la que la idea en cuestión se deja de lado, sustituyéndola por otros pensamientos más positivos y tranquilizadores.
- Por otro lado, Pienso puede tomar técnicas como “Regulación del pensamiento” (que lo mencionamos anteriormente) y consiste en identificar las ideas que de pronto se agolpan en la mente en momentos de enojo, por ejemplo. O también el “Razonamiento Lógico” donde se analizan desde la razón, las ideas que se identifican. En Pienso, lo que se hace es básicamente pensar en cómo y porqué me siento como me siento, así como también esbozar posibles soluciones.
- Finalmente en Actúo encontramos la puesta en marcha de las ideas de solución que pensamos antes.
Si bien esta técnica se emplea en el trabajo con niños pequeños, es claro que son pasos a seguir que nos llevan siempre a la asertividad y con el nivel de complejidad apropiado es aplicable en adolescentes y adultos.
La desregulación emocional es algo que acarrea conflictos en quien lo padece y en su entorno, dificultando los vínculos y la calidad de vida. Surgen también etiquetas diagnósticas, y en ciertos casos se insinúa la medicación, puesto que este tipo de problemáticas está asociada al TDAH.
Es importante destacar que aprender a regular las emociones es mucho más eficaz que cualquier medicación, porque disminuye la sensación de vulnerabilidad, afianzando la autoestima, proporciona mejores recursos para gestionar situaciones de estrés, mejora la concentración y facilita el proceso de aprendizaje, y habilita la consolidación de vínculos sanos y duraderos..

Únete a nuestro canal en Telegram y no te pierdas nada
- EL GUERRERO por Jorge Bucay en Cuentos para pensar - septiembre 22, 2023
- Trilogías para la vida - septiembre 20, 2023
- El mito de Escorpio - septiembre 19, 2023