La Piedra
El distraído, tropezó con ella.
El violento, la utilizó como proyectil.
El hombre de Neandertal fabricó herramientas.
El emprendedor, construyó con ella.
El campesino, cansado, la utilizó de asiento.
Para los niños fue un juguete.
Drummond, la poetizó.
David, la utilizó para derrotar a Goliat.
Y Michelangelo, le sacó la más bella de las esculturas.
En todos los casos la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre…
No existe “piedra” en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento
Muchas veces a lo largo de nuestra vida nos vamos encontrando con “piedras” que no necesariamente tienen que ser obstáculos. Desde el momento en que venimos al mundo, lo hacemos cargados con todas las expectativas que nuestras familias tenían sobre nosotros. Esos mitos familiares que se van hilando a nuestro alrededor también en muchos casos se convierten en piedras que deben ser acarreadas, sorteadas o transformadas. Depende de nosotros lo que hagamos con esas “piedras”. Depende de nosotros, poder hacer con ellas una obra de arte, un arma, una herramienta… o lo que sea que se nos ocurra.
Al fin y al cabo, somos nosotros los que decidimos qué hacer con aquello que nos viene dado. Es nuestra creatividad y nuestra espontaneidad lo que nos va a permitir moldear esas piedras de manera que nos sirvan como peldaños para poder seguir adelante en nuestro proceso de crecimiento. Debemos ser los emprendedores capaces de construir nuestro propio lugar y nuestro propio camino con todo aquello que nos encontramos al llegar y a lo largo del camino.

Únete a nuestro canal en Telegram y no te pierdas nada
- Con un nudo en la garganta de Pimpinela - abril 24, 2025
- Infancia en crisis: Reflexiones sobre la niñez. - abril 23, 2025
- Sif y Thor - abril 22, 2025