Pensares bajo las mantas
Su calor, esparcido en la cama, me recibe al acostarme. Suavemente deslizo mis brazos a su alrededor. Mi cuerpo entero se pega a su cuerpo. Y contra su espalda late mi corazón. Tengo tanto sueño que apenas mantengo los ojos abiertos, pero no puedo evitar acariciarla.
Mi rostro se hunde entre su cabello y respiro ese aroma fresco que se queda en mis sentidos. Mis labios alcanzan la piel detrás de su oreja, y mis besos caen uno junto al otro marcando el camino. Su piel se estremece mientras mi boca entreabierta humedece apenas su hombro y su espalda.
Mis manos pasean surcando sus formas, lentamente trazando viejos recorridos, esos que ambos disfrutamos tanto.
En este instante, me embarga una emoción tan grande que desearía que todos estuvieran durmiendo junto al amor de sus vidas. Y es que soy tan feliz.
Cerrar mis ojos en sus brazos es lo que más ansiaba. Un regalo de la vida que ya no esperaba poder vivir.
Casi dormido… solo puedo pensar en que mañana nos quedamos bajo la manta, abrazados… Con su rostro en mi pecho, o mis labios en su cuello. Con mi mano en su espalda y la suya en mi cabello. Con su lengua en mi boca, y mi gemido ahogándose en la suya.
Buenas noches mi amor… mañana será un gran día.


Únete a nuestro canal en Telegram y no te pierdas nada
- Con un nudo en la garganta de Pimpinela - abril 24, 2025
- Infancia en crisis: Reflexiones sobre la niñez. - abril 23, 2025
- Sif y Thor - abril 22, 2025