Sobre la superación personal

Sobre la superación personal

Sobre la superación personal

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba por no ser fuerte y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, un Clavel floreciendo y más fresco que nunca. El rey le preguntó: 

-¿Cómo es que creces tan saludable en medio de este jardín mustio y umbrío? – La flor contestó: 

-No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías claveles. y solo busqué ser el más hermoso y bello clavel de tu jardín. 

Leído al pasar

Desde que somos pequeños y comenzamos a andar en la escuela vamos notando que hay cierta tendencia a destacar al mejor de la clase, de la escuela, en el deporte, en arte… Y  es que hay algo así como una especie de exitismo imperante que, desde muy temprano, va formando a los niños con la idea de que tienen que ser los mejores.

Es muy dañino para los niños ese tipo de comparaciones, entre compañeros de escuela, entre amigos, entre hermanos inclusive. 

Es cierto que en la infancia la competitividad suele formar parte del desarrollo, y es una etapa que todos atravesamos. Sin embargo, notamos, que al ir madurando, las cosas no cambian demasiado.

La competitividad entre los adultos es muchas veces más agresiva, no se queda en superar al oponente, hay que eliminarlo. Este tipo de posturas lleva a verdaderas batallas tanto en el ámbito familiar, como en el laboral, el deportivo, etc. 

Cuando la idea de “superación personal” se apoya en el otro, en superar al otro no estamos más que comparándonos, con una persona diferente, con posibilidades, talentos y potencialidades diferentes a las nuestras, lo que sin duda puede provocarnos más frustraciones que satisfacciones. 

Por otra parte, enfocarnos en otra persona como un ejemplo a seguir, queriendo reproducir sus logros, podría no ser tampoco una buena forma de buscar la superación personal, dado que es factible que esta persona tenga recursos que nosotros no poseemos, y eso nos lleve al fracaso y la frustración.

Muchas veces nos sentimos desanimados porque asumimos que si no podemos ser como tal, no podremos superarnos nunca. Pero no nos detenemos a pensar en ese “ser como tal” estamos dejando de ser nosotros mismos.

Cuando estamos enfocados en la superación personal, debemos valernos de nuestros propios logros para apuntar a superarlos o mejorarlos. La superación personal es un “siempre mejor”, pero no es “mejor que alguien más” es un siempre mejor que antes. Que uno mismo en un tiempo anterior.

Si enseñamos desde pequeños a nuestros niños que deben ser siempre mejor, siempre logrando superar sus propios desafíos, formaremos adultos capaces de alcanzar la mejor versión de sí mismos. Independientemente de los triunfos o fracasos del otro. Porque la superación personal debería ser la satisfacción interior de saber que estamos mejor de que estuvimos ayer. Y que estamos dando lo mejor de nosotros en cada cosa que hacemos.

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Luna
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